domingo, 4 de octubre de 2020

Carta a mi profesor

 Hola Jesús,

Ya sé que han pasado muchos años desde que fuiste mi profesor de Historia y tambíen otro buen montón de años desde que coincidimos cuando me dirigiste las prácticas de mi Curso de Adaptación Pedagógica, e incluso también después de encontrarte en el tribunal de oposiciones en el que al final saqué la plaza: el mero hecho de verte allí redobló mi confianza y me obligó a sacar lo mejor de mi misma. Este tiempo tan caprichoso me ha llevado a terminar trabajando en el mismo centro en el que estuviste tus últimos años como docente y donde todavía se te recuerda de un modo muy parecido a la idea que yo tenía de aquellos años.

Tu ejemplo fue determinante para mi para decidir el rumbo que iba a dar a mi vida: siempre había querido dedicarme a la docencia, pero no me había planteado combinarla con mi otra gran pasión: la Historia. Tu me hiciste pensar en ello y aquí estoy, con mi lecenciatura y trabajando en centros de secundaria y bachillerato, donde me siento realmente a gusto.

Durante mi tiempo como profesora interina que realizaba sustituciones, mi gran temor era temer que sustituirte a ti: me parecía una tarea terriblemente complicada, ya que tu relación con el alumnado era tan especial que solo pensarlo me hacía sentirme incapaz de estar a tu altura.

Hoy escribo con muchos años de experiencia a mis espaldas, trabajando con un alumnado quizá algo más complicado que lo que éramos nosotro y que seguro tu también conociste en tus últimos años en activo, además de en una etapa especialmente delicada por la  incidencia del coronavirus que nos obliga a reinventarnos cada día.

Tengo siempre presente tu cercanía hacia nosotros, lo organizado que eras en tu trabajo, tu capacidad de responder a nuestras preguntas y tu buen humor a la hora de seguir nuestras bromas. Trato de ponerlo en práctica a mi manere y tengo que decir que a veces me parece que incluso voy en el buen camino.

Gracias Jesús por todo lo que me has dado durante todos estos años y ten bien presente que siempre que coincidimos unas cuantas personas que te hemos conocido, te recordamos con una sonrisa.

Un abrazo,

                    Maite

No hay comentarios:

Publicar un comentario