domingo, 11 de octubre de 2020

Valoración de habilidades

 Después de realizar el curso he vuelto a cumplimentar el cuestionario y observo algunos pequeños cambios. En lo fundamental, muchas de las cosas se mantienen en el mismo nivel. Creo que uno de mis puntos fuertes es la adaptabilidad, no doy nada por seguro sin tener en cuenta diferentes aspecto e, incluso, me gusta tener en cuenta las opniones de mis alumnos (son adolescentes y, por lo tanto, se les puedenplantear algunas cuestiones). También otro de mis puntos fuertes es mi optimismo: no entiendo conceptos como no puedo, no lo vas a conseguir... al menos sin intentarlo. Debo admitir que en eso tiene su importancia también ua dosis de tozudez importante, 

Siempre he sido alguien a quien le ha gustado conversar y me gusta que los demás sientan que estoy atenta a lo que me dicen, aunque a veces quiero ir muy deprisa y puedo llegar a empezar a hablar antes de que los otros terminen. No obstante, esa comunicación directa me encanta: no puedo hablar con alguien llevando puestas las fabas de sol: necesito el contacto visual con los ojos de mis interlocutores.

La empatía me parece quizá el concepto más difícil de manejar porque, si bien reconozco su importancia, no siempre podemos crear ese clima en el aula, aunque trabajaremos por hacerlo lo más presente posible. 

El autoconocimiento y el saber manejar las emociones son esenciales, aunque en algunos momentos son difíciles de controlar.

Creo que el curso me ha servico para hacer una buena reflexión sobre estos puntos. 

Mejorar la escucha activa

 Esta es mi propuesta para mejorar la escucha activa en tres etapas:

- Primera semana: Plantear una cuestión sobre tareas a realizar en el aula.

- Segunda semana: Puesta en común de las ideas a través de un debate abierto en el aula

- Tercera semana: Valoración de las propuestas y adopción consensuada y razonada de las elegidas.

Si el sistema funciona bien podría aplicarse cada vez que tengamos que tomar alguna decisión que afecte a todo el grupo. Es de gran importancia que el alumnado sea consciente de que sus opiniones cuentan siempre que se expresen del modo adecuado y también que sean conscientes de cuán importante es prestar a tención a lo que dicen los demás. 



Decálogo de comunicación empática

 

Metáfora y empatía

 Creo que el texto refleja muy bien situaciones con las que nos encontramos diariamente en nuestras aulas. Con frecuencia nos encontramos con alumnos y alumnas problemáticos, al menos en el caso de los que, como yo, trabajamos con adolescentes. 

Me parece que quizá nuestro colectivo es uno de los más sensibles en relación con el alumnado: aún en los casos en los que nos encontramos con comportamientos no adecuados e incluso indeseables, tratamos de recabar información por diferentes cauces para entender si hay alguna justificación para esas actitudes y, de este modo, intentar un acercamiento al problema de otro modo.

Si que es cierto que con frecuencia nos encontramos con casos injustificables, en los que las razones de determinados comportamientos responden a una pose de rebeldía, pero, simplemente el hecho de ponernos a pensar en los casos y en como tratar con ellos puede ser un gran paso.

Intentaremos poner nuestro granito de arena para que todas esas plantas que crecen a nuestro alrededor florezcan cuando llegue el momento.



¿Empatizamos?

Me parece que el tema de la empatía no siempre es fácil porque, con frecuencia, terminamos por dar nuestras opiniones o presentamos propuestas sin escuchar a los demás. Los cuatro pasos que me estoy proponiendo son los siguientes:

- Observar las actitudes de esos alumnos y alumnas con los que choco más a menudo y tratar de entender su manera de actuar. Puede ser útil al respecto recabar información que puedan proporcionarme otros compañeros para tratar de buscar puntos en común con el alumno o alumna.

- Intentaré entender las razones de su comportamiento y pensaré en la manera de acercarme a ese alumnado para que puedan hacerme partícipe de sus inquietudes o razones.

- Romper con los estereotipos intentanco un acercamiento buscando puntos en común con el alumno o alumna, de tal modo que vean que tenemos algo en común, cosas de las que podemos hablar sin ser las meramente académicas y fomentar así un clima de confianza.

-Preguntarles qué ha sucedido en momentos en que, por ejemplo, vemos que alguien les ha castigado. Escuchar sus explicaciones es importante.

Estos aspectos antes mencionados son un modo de fomentar esa empatía aunque no veo claro que puedan funcionar. En concreto, esos son los pasos que estoy intentando dar con un alumno especialmente problemático que tenemos en el centro.

Crear un clima de empatía puede ser esencial pero muchas veces tropezamos con el hecho de que, como docentes, hay cosas que debemos realizar y en las que no podemos transigir ante nuestro alumnado. De todos modos, cuando el clima del aula es relajado, siempre es más fácil conseguir que ellos también entiendan nuestras razones. 


 

Meme


 

Adaptabilidad y optimismo

 Durante esta semana he tenido la oportunidad de trabajar con mis alumnos en actividades de repaso y también modificando la manera de impartir las clases para serguir sus preferencias. Los resultados han sido, cuando menos, esperanzadores.

Con el alumnado de 3º ESO estamos preparando los primeros controles y hemos estado repasando los mapas con mapas interactivos. Con algunos grupos, trabajar todo el grupo a la vez, saliendo a la pizarra por turnos ha funcionado genial, sin embargo, en otros casos, esto era imposible y hemos optado por permitirles hacer la revisión con sus móviles, algo que les ha gustado. La próxima semana terminaré el repaso con Kahoot, que seguro que les entretiene.

Con uno de los grupos de 4º de ESO, los alumnos me pidieron que les dejase unos minutos para leer el apartado del tema que iba a explicar antes de que yo les diera las explicaciones con el apoyo de un Power Point. Al terminar la clase me dijeron que así se enteraban mucho mejor así que será la manera de continuar trabajando con ellos. Me encanta que ellos tengan iniciativas y no me cuesta adaptarme a las mismas si de ese modo mejora el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Mi reto más próximo consiste en conseguir que todos ellos creen un blog en el que puedan ir incorporando actividades que realizamos online, parece que algunos se están haciendo los remolones y es una pena porque seguro que una vez que empiecen les gusta. Voy a necesitar una buena dosis de entusiasmo para animarlos pero,,, espero coneguirlo.



domingo, 4 de octubre de 2020

Mi escudo docente

 


Carta a mi profesor

 Hola Jesús,

Ya sé que han pasado muchos años desde que fuiste mi profesor de Historia y tambíen otro buen montón de años desde que coincidimos cuando me dirigiste las prácticas de mi Curso de Adaptación Pedagógica, e incluso también después de encontrarte en el tribunal de oposiciones en el que al final saqué la plaza: el mero hecho de verte allí redobló mi confianza y me obligó a sacar lo mejor de mi misma. Este tiempo tan caprichoso me ha llevado a terminar trabajando en el mismo centro en el que estuviste tus últimos años como docente y donde todavía se te recuerda de un modo muy parecido a la idea que yo tenía de aquellos años.

Tu ejemplo fue determinante para mi para decidir el rumbo que iba a dar a mi vida: siempre había querido dedicarme a la docencia, pero no me había planteado combinarla con mi otra gran pasión: la Historia. Tu me hiciste pensar en ello y aquí estoy, con mi lecenciatura y trabajando en centros de secundaria y bachillerato, donde me siento realmente a gusto.

Durante mi tiempo como profesora interina que realizaba sustituciones, mi gran temor era temer que sustituirte a ti: me parecía una tarea terriblemente complicada, ya que tu relación con el alumnado era tan especial que solo pensarlo me hacía sentirme incapaz de estar a tu altura.

Hoy escribo con muchos años de experiencia a mis espaldas, trabajando con un alumnado quizá algo más complicado que lo que éramos nosotro y que seguro tu también conociste en tus últimos años en activo, además de en una etapa especialmente delicada por la  incidencia del coronavirus que nos obliga a reinventarnos cada día.

Tengo siempre presente tu cercanía hacia nosotros, lo organizado que eras en tu trabajo, tu capacidad de responder a nuestras preguntas y tu buen humor a la hora de seguir nuestras bromas. Trato de ponerlo en práctica a mi manere y tengo que decir que a veces me parece que incluso voy en el buen camino.

Gracias Jesús por todo lo que me has dado durante todos estos años y ten bien presente que siempre que coincidimos unas cuantas personas que te hemos conocido, te recordamos con una sonrisa.

Un abrazo,

                    Maite

Mi profesor más recordado

 


Proximidad emocional

 Las circunstancias que estamos viviendo nos obligan a mantener distancias sociales pero me paree esencial que ese distanciamiento sea sólo físico, pero que se vea compensado con la mayor proximidad emocional posible.

Nuestros alumnos y alumnas han experimentado también una etapa extraña y la vuelta a las aulas, si bien recibida con alegría, está creando en ellos cierta "confusión": a veces piensan que la normalidad es total y se mueven como si no hubiera pasado nada.

Para nosotros también es más complicado acercarnos a ellos cuando precisan nuestra ayuda pero creo que es más necesario que nunca que vean que nuestra respuesta es inmediata, que nos aproximamos (guardando las distancias) y que atendemos a sus preguntas con un talante positivo.

 Me parece que esto puede ser fundamental para mantener un buen ambiente en el aula. 



sábado, 3 de octubre de 2020

Pequeñas acciones

 Dadas las circunstancias del nuevo curso, algunas tareas nos resultan especialmente complicadas. En mi caso, que trabajo que alumnos y alumnas de los últimos cursos de secundaria, el tema de las distancias sociales es un auténtico problema: están continuamente acercando sus mesas tanto como les es posible.

En algunos lugares se ha hecho (probablemente en vuestros centos) y me parece algo simple pero que puede ayudar mantener esas distancias: distribuir las mesas dejando entre ellas el mayor espacio posible (que no es el adecuado porque nuestros ratios son altos), y colocar señales en el suelo, indicando los lugares donde deberían estar las patas de las mesas, de este modo, cuando se aproximan, podremos indicarles que vuelvan a sus lugares originales porque cuando se les dice, aunque hacen un intento, siempre terminan más cerca del lugar donde estaban inicialmente.

Aquí tenéis mi imagen: