El espacio en mi aula está organizado de tal modo que todos podemos vernos a todos, es decir, las mesas de los alumnos están dispuestas en forma de U y la del profesor queda de frente a un lado. Me parece una distribución muy racional y nos permite comunicarnos viéndonos las caras y sin necesidad de cambiar nuestra posición.
Los muebles son todos similares: mesas de profesor; en las de los alumnos se contemplan tres alumnos/as por cada mesa. Cuando la clase está llena están un poco juntos pero cuando tienen que realizar trabajos de grupo movemos las sillas de modo que unos queden a un lado y otros al otro, sin tener que mover las mesas, ya que estas son pesadas y, además, después cuesta recuperar la colocación inicial (algo importante ya que no sobra mucho espacio). Este curso, como uno de los grupos que tengo es muy grande, tengo un par de mesas extras en el centro, pero los alumnos prefieren colocarse con sus compañeros, sobre todo en las esquinas.
Tenemos luz natural: una de las paredes está llena de ventanas que podemos abrir si es necesario. La ubicación es importante ya que en nuestro caso, da a una zona de arbolado en la que no anda nadie, ni tampoco se ve tráfico ni hay un nivel de ruido importante. Creo que esto es una gran ventaja. No todas las aulas del centro tienen esta misma orientación.
Hay una sola puerta, suficiente para el número de personas que puede haber en el aula, y está cerrada, de modo que los movimientos que pueda haber en el pasillo no nos molestan.
Este aula tiene sistema de video-conferencia (aunque no solemos usarlo) y, aunque aparentemente es compleja, no lo es más que otras aulas aunque a algunos compañeros y compañeras les de un poco de respeto: una ventaja para mi, que imparto todas mis clases en este aula.
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